Por Carlos Campana
Se cree que antes de la llegada de los españoles a estas tierras, los incas se establecieron muy cerca de Chacras.
Recién en 1568 -siete años después de la llegada del conquistador Pedro del Castillo- se inició la historia de este lugar, con el casamiento de Juan de Coria Bohórquez, un español nacido en el pueblo de Utrera (Sevilla) que llegó a América a los 18 años y acompañó la expedición del licenciado Juan Vadillo en el norte de Colombia y otras partes de Centroamérica, para luego establecerse en Mendoza.
Don Juan se casó con Beatriz Yánez Palma. Esta pareja tuvo nueve hijos. Lo cierto es que las Chacras tuvieron origen en una Merced Real que otorgó a uno de los hijos, Juan Hilario Coria Yánez, las tierras denominadas por los indígenas como Lanyení (hondonada).
Con el tiempo, varios de estos descendientes tomaron posesión de esos terrenos y ocuparon importantes puestos dentro del Cabildo de Cuyo.
Durante el siglo XVIII, las tierras de “los Coria” se fueron sumando, y sus límites alcanzaron del zanjón a unas leguas de la Precordillera y del Río Mendoza a Godoy Cruz.
Fue a mediados de 1700 que las Chacras lograron su mayor esplendor ya que allí se plantaron viñas, alfalfares, otros cereales y árboles frutales. También la ganadería ocupó un papel preponderante que tuvo gran incidencia dentro del mercado interno a través del abastecimiento para la Ciudad.
Gracias a la construcción de acequias, el agua fue un factor preponderante para el desarrollo de la hacienda de los Coria y con este aprovechamiento del recurso vital, se construyó un molino denominado «de Godoy», propiedad de don Andrés Godoy, quien utilizó la fuerza hídrica para la molienda de cereales y su posterior elaboración de harinas para el consumo de la población.
Una hacienda progresista
A principios del siglo XIX, los terrenos de los descendientes de Coria se extendieron aún más y en épocas de la Revolución de Mayo, la chacra contaba con una población de 180 habitantes y una treintena de casas.
A eso había que agregarle más de un centenar de personas que se encontraban en tierras que actualmente pertenecen al departamento de Godoy Cruz.
También por aquel tiempo existía un camino que pasaba por algunas casas de las chacras y conectaba con el sur hacia el Valle de Uco.
Así se inició un proceso de crecimiento de importancia, no solamente en lo cerealero, sino también en la incipiente industria vitivinícola.
Además, en las primeras décadas de ese siglo, la ganadería de Chacras creció a tal punto que se exportó por varios años ganado vacuno a Chile por el camino principal de la Cordillera -actual Ruta Internacional 7- denominado “de la Cumbre” o “de Uspallata” y otro hacia el sur por el paso del Portillo.
Faltaba más de un siglo para que Chacras de Coria se erigiera como la conocemos hoy… pero eso es otra historia.


