Osteoporosis, Menopausia y Calidad de vida
A partir de los 40 años, el cuerpo femenino inicia un proceso progresivo pero silencioso de enlentecimiento de la función ovárica que se traduce en la disminución de la producción de estrógenos, y señala el inicio de la perimenopausia, desencadenando una cascada de efectos sistémicos que impactan de forma directa en la salud ósea de la mujer.
Los estrógenos además de ser hormonas sexuales, encargadas del desarrollo y diferenciación de los caracteres sexuales femeninos y de la función reproductiva, también desempeñan un papel clave en el metabolismo óseo. Al disminuir su presencia, se acelera la pérdida progresiva de masa ósea y densidad mineral: llega la osteopenia y en etapas más avanzadas, la osteoporosis.
A partir de los 65 años son más frecuentes las fracturas en mujeres que en hombres, predominantemente en muñeca, cadera y vertebras lumbares. Muchas de estas mujeres desconocían que padecían osteoporosis. Estas lesiones reducen la autonomía, la calidad de vida y la capacidad para llevar una vida activa y laboralmente funcional. En casos graves, incluso comprometen la sobrevida.
¿Cómo prevenir esta cadena de eventos?
La prevención debe comenzar antes de la menopausia. Es en esa etapa donde ginecología y traumatología trabajan de manera integral:
- Evaluación del riesgo:
– Antecedentes personales: verificar la existencia de patologías como hipotiroidismo, artritis reumatoidea y lupus. También el uso de corticoides, protectores gástricos y antiepilépticos de manera crónica, entre otros.
– Antecedentes familiares de osteoporosis o fracturas.
– Analisis sanguíneo con dosajes de vitamina D, calcio y fósforo.
– Radiografía de Columna vertebral ( lumbar).
– Densitometría ósea (DMO), antes de los 50 años.
- Educación hormonal y terapia individualizada:
– Explicar el rol del estrógeno en la salud ósea, captando a las mujeres antes de la menopausia.
– Considerar terapia hormonal complementaria en mujeres con síntomas menopáusicos y riesgo elevado de osteoporosis, en ausencia de contraindicaciones, como tumores dependientes de hormonas femeninas, cáncer de mama, cáncer de endometrio y otros.
- Estilo de vida:
– Actividad física de impacto moderado y fuerza (3-4 veces por semana). Que estimulan la formación de estructura ósea y a su vez disminuye la reabsorción ósea. Si es con exposicón al sol en horarios saludables mejor
-Dieta rica en calcio a diario: incorporar lácteos (leche, yogurt y queso), espinaca, acelga y broccoli, sardina y salmón enlatado, frutos secos.
- Tratamiento
– Suplementación con calcio (1.200 mg/día) y vitamina D (100.000 UI/mes).
– Medicamentos fijadores de calcio, ibandronato 150mg 1 comp por mes y Anticuerpos monoclonales como Prolia.
– Evitar tabaco, alcohol y sedentarismo.
Conclusiones
La osteoporosis es una enfermedad silente, que cuando aparece debuta con sintomatología y complicaciones. Por eso, mirar la salud ósea como parte de un envejecimiento femenino saludable no es opcional: es esencial. La clave está en la detección precoz, la intervención oportuna y la educación sostenida. Esto requiere del trabajo conjunto de ginecólogos, traumatólogos y médicos de atención primaria.
Dr. Javier Parra
Traumatología y Ortopedia
Sanitas Medical Center- Luján
Alto Maipú Centro Médico
Dra. Sandra Maestri H.
Ginecología Integral, Regenerativa, Funcional y Estética
Cirugía láser
Sanitas Medical Center
Clínica Andina de Urología
Polo de Salud Vistalba