Mela
A un mes de tu viaje eterno a Córdoba, donde siempre decías que te estabas por ir, quiero contarte que por el escritorio se te extraña mucho. Me falta tu risa, tu llanto, tu grito llamándonos a Delicia o a mí, tus dormitadas de a ratos, los mates del invierno y el helado compartido en verano.
Gracias Melita por estos cinco años de compañía y complicidad. Siempre te recordaré.
Gaby

