jueves, septiembre 11, 2025
InicioVecinalesLos 50 años del Ianigla

Los 50 años del Ianigla

Los 50 años del Ianigla

Fue el pasado verano. Y entre los festejos , esta Institución  ha  organizado  charlas  y otros eventos. Una de esas charlas se realizó en el hermoso Museo Fader uniendo ciencia y arte. La majestuosidad de los pinturas contribuyó  definitivamente a  crear un momento muy especial donde una mesa académica de  tres maestros: Daniel Cobos, José Boninsegna y Lidia Espizua rememoraron los comienzos, triunfos y avatares de la institucion.

Institución  particularmente querida por sus componentes.

El escenario del Ianigla es la montaña, la nieve,  el hielo,  los glaciares, el secano,  el oasis y el elemento líquido imprescindible  de la Vida, el Agua.

Las tempranas sequías de los dos últimos siglos, la observación del retroceso de los glaciares, la pérdida de masa del hielo hizo comprender la urgente  necesidad de investigar científicamente las causales de estos comportamientos para poder producir posibles soluciones.

Desde 1972, el Instituto  trabajó con la magia de este paisaje explorando el pasado de los ecosistemas, los cambios  climáticos, los ciclos anteriores, los anillos  de los árboles, con los glaciares, verdaderos guardianes del agua dulce, fundamentales para la Vida en la Tierra.

Como todo paisaje juglaresco la Institución  fue  penetrada por historias de vida  de algunos de sus componentes configurando  escenas como las que hoy  celebramos.

Estos  viejos maestros, baluartes en la institución , hoy conforman  una mesa académica con el increíble regalo de vida de haber crecido juntos  simbióticamente integrados por los mismos intereses en un pueblo, Chacras de Coria, donde  pudieron desarrollar  la exploración de los elementos amados que los vieron volverse adultos.

Pepe, ingeniero agrónomo, Daniel geógrafo, ambos investigadores  por excelencia, jugaron  desde niños  en la bodega y la fábrica de aceite que estaba pegada en la parte de atrás de la casa de la familia Boninsegna, los padres de Pepe.

Cuando niños no sospechaban que vivirían dos enormes crecidas, tal vez   por el 1959 o dos años antes. La primera fue tan grande que destruyó la casa habitacional de la familia Boninsegna a la que hubo que derrumbar y Pepe y su familia tuvieron que irse a vivir con Tía Margarita.

Tía Margarita o “la dama de las flores”, que hicieran  de ella y la calle Larrea el lugar  de los miles colores en cada primavera, es figura icónica del pasado  del lugar, lugar de crecidas  o crecientes veraniegas  cuando el agua  jugó  un papel  esencial en la configuración del medio pero también permitió el estallido y la construcción de infinitas flores en jardines  y pasajes.

El Agua enmarcó siempre la vida de estos dos amigos que amaron  escalar las montañas, las salidas de campo, la flora y fauna, el recorrido  marrón en acequias  saciadoras de la sed hídrica de los viñedos y arboledas.

No podrían haber estado en un mejor lugar que esta institución, IANIGLA, dos seres que la Vida  premió con una amistad longeva, coronándola con el homenaje de la investigación destacada de todo aquello que  han Amado en el trabajo conjunto de la Institución.

Chacras de Coria es parte del Asombro de un área especialmente energética, microclima incluido.

 

Ese Asombro ha cobijado  vecinos singulares, diferentes a los convencionales.

Esta celebración ha rescatado y puesto en memoria la simbiosis espiritual de dos almas  entrañablemente  unidas a la presencia del Agua, la montaña, el glaciar… para su estudio  y veneración.

 

 Por  Onelia Cobos

Artículo anterior
Artículo siguiente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Must Read

spot_img