En el pueblo aún se conservan algunas sanas costumbres, como la de juntarse a charlar entre vecinos en la plaza del pueblo. Exponentes de ello son nuestros jubilados, amigos y vecinos que han compartido esta geografía a lo largo de su vida. Y en este sentido queremos resaltar la feliz ocurrencia que tuvieron estos muchachos hace algunos años ya, en ocasión de la remodelación de la plaza del pueblo, cuando le solicitaron a la empresa constructora a cargo de las obras que les uniera dos de los bancos de la plaza para poder sentarse todos juntos y cómodos.
Si el lector observa con atención aún vemos este largo banco sobre la calle Viamonte, casi esquina Aguinaga.


