Renzo De la Reta
Nacido y criado en Banco Mendoza, la figura del hockey sobre patines local cerró su primera temporada en Europa con un gran rendimiento personal.
Por Amadeo Inzirillo


No hay mejor que casa, como reza la canción de Gustavo Cerati. Eso es lo que sintió a la distancia durante muchas noches Renzo De la Reta (28), mientras transitaba su primera temporada en el hockey sobre patines europeo, en el club italiano Montebello.
Por un lado, las luces de estar compitiendo en Italia, una liga top del Viejo Continente. Por otro, el sinsabor de no estar con los suyos, principalmente la familia, los amigos y los compañeros de su querido Banco Mendoza, donde juega desde las inferiores.
Era el momento justo y Renzo lo entendió así. Luego de muchos años brillando con los colores verde, negro y blanco, el defensor medio entendió que era la hora de armar las valijas y soñar en otro idioma, algo que cumplió con creces.
«En lo personal todo fue positivo porque siento que he mejorado mucho en mi manera de jugar, los minutos me han ayudado a darme cuenta de pequeños detalles que ayudan a hacer la diferencia. Jugaba todo el partido y eso me llenó de confianza», dice, de vuelta en sus pagos.
Claro que no todo fue color de rosas porque, ganador como se acostumbró en Mendoza, Renzo quedó con un gusto amargo por no conseguir el objetivo grupal con su Montebello: «Por suerte tuvimos un grupo humano muy sano y muy profesional a la hora de afrontar toda esta temporada que no fue lo que teníamos pensado. Lo más duro que me tocó vivir fue perder la categoría a la A2, quería que Montebello siguiera en A1 pero lamentablemente no pudimos lograr el objetivo».
Si bien es cierto que a nivel colectivo no pudo terminar en A1, las sensaciones que le dan su roce europeo, vivir lejos de los afectos y aggiornarse a un mundo totalmente nuevo lo hicieron crecer desde todo punto de vista.
«Ahora me estoy poniendo a punto y al día en Mendoza, ja. Fue una temporada larga, con muchísimo roce y desgaste. La verdad es que es momento de recargar pilas y empezar a pensar en lo que viene. Veremos qué destino toca y que es lo mejor para seguir creciendo».

