El mes pasado asistí a la reunión vecinal que las autoridades municipales convocaron para comunicar los próximos pasos a implementar en Chacras. Todo lo expresado por los profesionales resultó muy positivo. Aún así quiero expresar que de todas las soluciones a implementarse se debe pensar qué impacto ocasionarán. A fin de no perder la tranquilidad y paz característica de nuestro pueblo.
El ser humano está primero, el automóvil después; en otras notas ya expresé que el automóvil se considera la bestia negra del urbanismo. Chacras no se planificó a escala automotriz y la creciente instalación de comercios sin preveer ha arruinado arterias como calle Italia, la gran mayoría de los propietarios de casas de allí han tenido que reubicarse para dar paso a negocios. Hoy existen muchas enfermedades causadas por el estrés, gente joven con hipertensión, el ACV y el cáncer afectan cada vez más a la gente de mediana edad. Esto es por la manera en que hoy se vive, muy acelerados y siempre en estado de alerta. No hay paz. El automóvil en exceso es productor de gran contaminación y estrés, vibraciones, humo, ruido, peligro, etc.
En algunas ideas vertidas en la ya citada reunión se planteó:
1- Rotonda en Benito de San Martín y Panamericana: ¿Se ha pensado en la cantidad de autos que bajarán por Mitre y Besares? ¿En cómo afectará el aumento vehicular en calles angostas y de circulación ya complicada? Sugiero que la rotonda se utilice sólo como salida, no para entrar al pueblo por allí, para descomprimir y no sumar más vehículos. Circulación centrífuga, no al revés.
2- Loria de una mano y entrada del ómnibus: No es una calle comercial, el micro no levantará a nadie y circulá a gran velocidad. Se perderá la paz en Loria en pos de NO REMEDIAR nada en Italia.
Por Arq. Eduardo Cugnini
