domingo, octubre 26, 2025
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 Suplementos alimenticios: ¿mito o necesidad real?

Rincón de Ciencia

Dra. Sandra Maestri (Ginecóloga)     Dr. Javier Parra (Traumatólogo)

Hoy en día, los suplementos alimenticios se han convertido en protagonistas de la vida cotidiana. Colágeno en polvo, cápsulas de calcio, vitamina D, magnesio, antioxidantes y proteínas prometen fortalecer huesos, rejuvenecer la piel, proteger articulaciones o mejorar el rendimiento deportivo. Basta recorrer una farmacia, una dietética o incluso un supermercado para encontrarse con largas góndolas repletas de frascos coloridos que parecen ofrecer la receta de la salud eterna.

Pero ¿realmente todas las personas necesitan suplementos? ¿Son tan efectivos como se promocionan? ¿Pueden tener riesgos? En este artículo buscamos aclarar mitos y brindar información basada en evidencia, desde la ginecología y la traumatología, para que cada lector pueda tomar decisiones informadas.

 

 La mirada ginecológica: más no siempre es mejor

En la consulta diaria con mujeres en la peri y la posmenopausia, es muy común escuchar frases como: “Me dijeron que tengo que tomar calcio de por vida” o “Compro colágeno porque todas mis amigas lo hacen”. La realidad es que no todas necesitan suplementos, y muchas veces su uso indiscriminado no solo es innecesario, sino que puede ser contraproducente.

Calcio y vitamina D

Existe el mito de que todas las mujeres después de la menopausia deben consumir calcio y vitamina D. Lo cierto es que la indicación depende de cada caso. Si bien es verdad que la disminución de estrógenos favorece la pérdida de masa ósea y aumenta el riesgo de osteoporosis, no significa que suplementar sea la regla.

Antes de indicar calcio, lo correcto es evaluar la dieta de la paciente, su nivel de exposición solar y, si es necesario, solicitar estudios que midan los niveles de vitamina D y Calcio en sangre. De hecho, un exceso de calcio puede aumentar el riesgo de cálculos renales o problemas cardiovasculares. En cuanto a la vitamina D, muchas veces con una adecuada exposición solar y una alimentación variada (pescados, lácteos fortificados, huevos) se logra cubrir lo necesario.

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Colágeno y piel

Otro suplemento de moda es el colágeno. Se lo publicita como la clave para mantener la piel firme, las articulaciones jóvenes y el cabello fuerte. Si bien existen estudios que muestran beneficios en ciertos casos, la evidencia aún es limitada y depende mucho del tipo y la calidad del producto. No todo lo que se vende es igual.

La realidad es que el colágeno no es indispensable para todas las mujeres, y siempre debe acompañarse de hábitos saludables: una alimentación rica en proteínas de buena calidad, buena hidratación, ejercicio y cuidado de la piel.

 

Riesgos de la automedicación

Muchas mujeres consumen suplementos sin consultar a un profesional, confiando en la recomendación de una amiga o en la publicidad. Esto puede generar interacciones con medicamentos, exceso de vitaminas liposolubles que el cuerpo no elimina fácilmente, o gastos innecesarios en productos que no aportan beneficios reales.

 

La mirada traumatológica: articulaciones, huesos y rendimiento

En traumatología y medicina deportiva también abundan los mitos sobre suplementos. Muchos pacientes llegan convencidos de que necesitan colágeno, glucosamina, condroitin sulfato, magnesio, creatina, proteínas en polvo, etc. para mejorar sus articulaciones o ganar masa muscular.

Colágeno y articulaciones

El colágeno se volvió muy popular para tratar artrosis y lesiones deportivas. Sin embargo, la evidencia científica todavía es controvertida: algunos estudios muestran leves beneficios en la reducción del dolor y la función articular, mientras que otros no encuentran diferencias significativas respecto a un placebo. Esto significa que puede ayudar en algunos casos, pero no reemplaza ni la fisioterapia, ni el ejercicio, ni el control del peso, que son pilares fundamentales para la salud articular.

Glucosamina y condroitin sulfato

Durante años se recomendaron como protectores del cartílago. Hoy sabemos que su efecto es modesto, y que no todas las personas con artrosis se benefician. La indicación debe ser personalizada, y siempre como complemento de un plan integral de tratamiento.

 

Proteínas y aminoácidos

Otro mito muy extendido es que todas las personas que hacen ejercicio necesitan suplementos de proteínas. En realidad, la mayoría puede cubrir sus requerimientos proteicos con la alimentación habitual: carnes magras, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos. Los suplementos de proteínas son útiles en deportistas de alto rendimiento o en personas que no alcanzan los requerimientos diarios con la dieta, pero no son obligatorios para todos.

 

Magnesio y calambres

El magnesio suele venderse como la solución mágica para los calambres musculares. Si bien puede ayudar en casos de déficit comprobado, la mayoría de los calambres tienen otras causas, como deshidratación, sobrecarga muscular o alteraciones en el entrenamiento.

 

Lo que sí funciona: hábitos como suplemento de vida

Más allá de la ginecología y la traumatología, hay un punto en común: los pilares de la salud no están en un frasco, sino en el estilo de vida.

Ejercicio regular: fortalece huesos, músculos, articulaciones y mejora la salud cardiovascular y hormonal.

Alimentación equilibrada: rica en frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables, que aportan los nutrientes esenciales.

Exposición solar moderada: fuente natural de vitamina D.

Sueño y manejo del estrés: fundamentales para el equilibrio hormonal, la recuperación muscular y el bienestar general.

Controles médicos periódicos: permiten detectar déficits o riesgos a tiempo, y recién entonces evaluar si un suplemento es necesario.

 Conclusión

Los suplementos no son buenos ni malos en sí mismos: son herramientas médicas que deben usarse cuando realmente hacen falta. El problema surge cuando se consumen sin indicación, creyendo que son sinónimo de salud.

El mejor suplemento sigue siendo un estilo de vida saludable, sostenido en el tiempo y adaptado a cada persona. La consulta profesional es clave para saber qué necesita realmente cada organismo y evitar gastos innecesarios o riesgos para la salud.

Porque, en definitiva, no hay cápsula que reemplace una buena alimentación, la actividad física y el cuidado integral del cuerpo.

 

Dra. Sandra Maestri (Ginecóloga) y el Dr. Javier Parra (Traumatólogo)

 

 

 

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