
Lo cierto es que algunos seres humanos tienen tiempo para cerrar su paso por la tierra ordenadamente.
El Dr Elaskar pudo recibir en los últimos tiempos, el homenaje de su pueblo por su empeño, constancia y seriedad médica.
Tuvo tiempo de escribir un libro MI VIDA, MI PENSAR, MIS TIEMPOS.
Hubo tiempo para que Correveidile lo comentara.
Hubo tiempo para que socializara con sus amigos: los de primaria, los bachilleres del Colegio Nacional, los colegas, los pacientes.
Las vidas llenas de significado parecen protegidas hasta el final para facilitarles el poder dejar su rico pasaje por la existencia.
Nos deja su valoración del estudio y del conocimiento. Su respeto y ejercicio de la verdadera amistad, eje central de la interrelación humana.
Privilegió la seriedad, la idoneidad, la dedicación, la responsabilidad, el respeto, la sabiduría en el honrar la vida desalentando el simple durar.
Su paso por el Hospital Central, sin haber faltado ningún día de trabajo, más de 43 años, hacía que al recordarlo se emocionara, admirando la magna obra sanitaria que allí se cumple.
Ha sido y es un orgullo haberlo tenido en nuestro Chacras de Coria tan querido por él.
Onelia Cobos

