El anhelado dique Chacras de Coria, que corona el sistema de defensa del Gran Mendoza, todavía se mantiene en proyecto, a la espera de nuevos estudios y financiamiento. Para este año, el gobierno provincial promete terminar la extensión del Colector Blanco Encalada, que dará seguridad a más de 25.000 personas de Vertientes del Pedemonte y para los habitantes del Sur de Chacras y Vistalba.
Por Francisco Guerrero
Un fuerte contraste se puede observar en Chacras, el sector irrigado y desarrollado como zona rural para luego convertirse en uno de los sitios privilegiados para vivir en el Gran Mendoza. Pero a pocos metros hacia el oeste, apenas uno cruza la Ruta 82, en plena tarea de remodelación, uno se encuentra con otro panorama totalmente distinto. El paisaje natural de la zona que se encuentra fuera del sistema que riega el río Mendoza a través de sus cauces. Y desde allí hacia el oeste uno puede caminar por la zona agreste y observar la flora y fauna natural, huellas y senderos entre los cerros pedemontanos marcados por una infinidad de ríos secos que se extienden desde las zonas más altas de la precordillera hasta la zona poblada. Es la parte más salvaje, donde es necesario poner una barrera para morigerar los efectos que las tormentas de verano producen en los sectores urbanizados.
Y aquí en Chacras, aún queda pendiente la anhelada construcción del dique Chacras de Coria, un proyecto que ya se acerca al medio siglo.
Es que al sistema de defensa aluvional del Gran Mendoza le falta el último eslabón, más precisamente en el sur pedemontano. Durante las primeras décadas del siglo XX se construyeron los diques San Isidro (hoy colector Campo Espejo, Las Heras), Papagayos (Las Heras-Ciudad), Frías (Ciudad-Godoy Cruz) y Maure (Godoy Cruz) y resta el de Chacras (Luján), para completar esta red de muros que contienen los aguaceros que se originan en los cerros.
La trágica inundación de Bahía Blanca, al final de este verano, el 7 de marzo; los posibles efectos del cambio climático, que pronostican mayor cantidad de lluvias para esta zona y los eventos extraordinarios de gran magnitud que cada cierto tiempo padecemos los mendocinos, son razones para poner en marcha esta defensa en un sitio cada vez más poblado.
Ampliación del colector Blanco Encalada
Un importante avance en este sentido, lo marcan las obras de impermeabilización de cauces que se ejecutaron durante la remodelación de la ruta 82.
A esto se agrega la extensión del Colector Blanco Encalada -también llamado Crucesita- que cuando esté terminado brindará protección a los 25 mil habitantes de Vertientes del Pedemonte en forma directa y a los vecinos del Sur de Chacras indirectamente.
En este sentido, el director de Hidráulica de la provincia, Pablo Rodríguez señala que, en 2022, «con mucho esfuerzo pudimos instalar en el presupuesto las obras prioritarias, entre ellas, la extensión del Blanco Encalada, una obra fundamental en el esquema aluvional. El colector se hizo en los años 80, pero no alcanzaba a captar las aguas del río seco Sosa, que atraviesa todo este distrito nuevo de Luján, Vertientes del Pedemonte». Y agrega: “había toda una cuenca muy grande que bajaba por el Sosa que no estaba controlada y esta es la obra que estamos ejecutando en este momento, que tiene un 40% de avance y que ronda los 4.000 millones de pesos». Rodríguez comenta que el colector se extenderá más de mil metros de largo y que es la obra hidráulica más grande de los últimos 20 años. Y añade: «Se ejecutó en 2023, estuvo parada el año pasado y en marzo firmamos el reinicio de los trabajos, se está avanzando con los movimientos de suelo y se están haciendo los primeros tramos de hormigonado del colector (Foto). Y la idea es terminarla antes del inicio del periodo de tormentas, es decir que debería estar lista en octubre-noviembre de este año».
Obras prioritarias
Rolando Baldasso, actual concejal de Luján por el oficialismo (Unión Mendocina), ex director de Hidráulica de la provincia durante los gobiernos de Celso Jaque y Francisco Pérez, detalla que en 2015 se tenían previstas ocho obras prioritarias de defensa aluvional, entre ellas la presa Tejo-Sosa. Hoy está descartada prácticamente porque el lugar donde se iba a realizar, está ocupado con viviendas. Se ha optado por otras soluciones, como la mejora de drenajes y extensión del Colector Blanco Encalada.
Como concejal, Baldasso expresa: «Lo que venimos reclamando es una importante contención aguas abajo de la Panamericana -Ruta 82-, desde el colector Viamonte hacia el Este. Allí hacia el norte, es necesario tener la protección del dique», explica el ingeniero especialista en el tema. Y agrega que la zona que se debe proteger se ubica entre la cancha de Chacras hacia el norte. Más adelante, Baldasso recuerda que en 2008 se hizo un convenio con la Nación para conseguir los fondos necesarios para esta obra considerada prioritaria.
El proyecto de dique
Sobre el estado del proyecto del Dique Chacras de Coria, el ingeniero Pablo Rodríguez, comenta que el antiguo proyecto elaborado en los 80 fue actualizado en 2008, con datos estadísticos de lluvias, ya que en esa época se instalaron pluviómetros en el piedemonte y con estas y otras estadísticas se actualizó el proyecto. «Sobre el Río Seco Tejo ahí va físicamente la presa, 700 metros al oeste de la Cancha de Chacras. Explica que es la obra de cabecera del sistema Viamonte-Liniers. Se trata de un dique de 22 metros de altura y 250 metros de coronamiento. Recuerda que desde el punto de vista hidráulico «hace unos años se hizo el revestimiento del colector Viamonte y fue la última gran obra hidráulica en este sector. Si bien el colector tenía una capacidad importante, lo que se buscó es asegurar un camino preferencial para el agua, ya que esa es la idea de cómo debe funcionar un sistema de desagüe aluvional».
El ingeniero Rodríguez explica: «desde la gestión del riesgo, es importante la construcción de la presa Chacras de Coria. Actualmente estamos revisando el proyecto de 2008 y analizando presupuestariamente el financiamiento para encarar esta obra, de escala mayor. Cuenta que están trabajando en convenios con las distintas universidades locales para que se haga un trabajo de evaluación sísmica del proyecto de presa. «Una vez que tengamos ese estudio de verificación sísmica y cerrado el esquema financiero, ahí se estaría en condiciones de licitar. pero estamos trabajando en ese camino».

