Se trata de la máxima apuesta de la petrolera YPF desde su construcción, que destinará 1 millón de dólares a la planta ubicada en nuestro departamento.
La inversión está ligada a la adaptación de la producción de nafta y gasoil a las nuevas especificaciones de contenido de azufre, y que persigue la búsqueda de un 70% de producción baja en azufre según estándares internacionales acordados en París.
Este dinero forma parte del plan a cinco años presentado en Wall Street por la petrolera y posibilitará, aseguran sus responsables, una mayor capacidad para incrementar en cinco años la producción de hidrocarburos.


